viernes, enero 01, 2010

El lugar de la poesía (un primero de enero)

Quiero empezar a decir algo sin afirmar pero no me sale. Sugerir parece menos sincero porque ese algo se acerca a una convicción, no obstante el cambio de estación o las dos lunas llenas o quien sabe que otro sonido que se detenga en mi árbol, vaya a moldear el pensamiento que se volverá otro tan firme como éste que no se quiere formular. Y de esto se trata quizá, de no declamar porque no es en la entonación, en la voz alta de quien lee un texto con quiebres de emoción, en las pausas que el lector otorga a palabras solitarias, en la cantidad de veces que sean repetidas las frases, o en los silencios y miradas que el lector dedica a su audiencia, sino en la invisible vida del texto desnudo sobre cualquier soporte donde obstinadamente voy a buscar poesía.

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