Fitness

Después de días y noches de humedad y niebla salió el sol y calentó el aire, despejó el cielo y dejó a la rambla irresistible. Me puse el jogging y salí a caminar. La alegría dicen que va a durar poco y el fin de semana va a llover. Agarré la radio y me puse los auriculares. Empecé a caminar despacio mientras sintonizaba alguna música. Encontré algo y arranqué. El sol me daba en la espalda y la música me movía las piernas hacia adelante sin parar. Crucé en Trouville al grupo que se junta a caminar todas las mañanas. Y además de ellos a un montón de personas y perros. Los collares en la mano los animalitos sueltos y el sol en el cielo. En el cartel rojo mi marca me anunció la hora de dar vuelta. Giré estirando los brazos a los lados a ver si las contracturas, los nudos apretados, se iban con el movimiento y seguí caminando.

Simply Red me sonaba en los oídos y de golpe gritó wait a minute can't you see that I wanna fall from the stars straight into your arms. Entrecerré los ojos encandilada por el sol y por unos segundos los cerré del todo y di unos pasos pero los abrí de nuevo y miré para abajo. Me acordé de los perros y la materia calentita que dejan sobre las baldosas de la rambla, el asfalto de la calle, las veredas de Pocitos.

El viento me refresca la cara y me empuja hacia atrás. Se siente más en la vuelta de Trouville donde ahora veo un cartel que dice: "lo que su perro hace es cosa suya" y levanto la pata para no pisar la cosa de otro. Simply Red terminó de cantar y ahora suena Abba. Una gaviota vuela bajito por la costa, tiene toda la playa para ella sola. Atrás se ven los edificios de Pocitos hasta la vuelta de Kibón. Respiro hondo deleitada por la imagen y un olor nauseabundo a caca de perro me entra colado con el oxígeno. En el estómago el mate amargo que tomé hace un rato se me vuelve ácido y me provoca una nausea profunda. Contengo la respiración, paro y me siento sudar. Bien. Alguna caloría debo estar quemando, y además perdí el apetito. 10 puntos para mi dieta.