lunes, mayo 01, 2006

La mujer cri cri

Cri cri cri dijo sin parar durante toda la reunión. La vi tomar aire entre la i y la ce y me incliné hacia adelante intentando modular alguna otra sílaba, pero no me dejó. Cri cri cri repitió. La escuché en silencio y me serví otro té.

Me concentré en el sabor ahumado que desprendía mi taza y miré el líquido oscuro como distracción. Me pareció ver un montón de caras y presté más atención. Eran niños y mujeres que estaban a los gritos adentro de mi té.

Levanté la cabeza para preguntarle si veía lo mismo pero ella seguía con su charla de críos y criadas. No le pregunté nada y volví a mirar a mi taza de té. Y entonces sucedió: la mujer cri cri se elevó en el aire se fue esfumando en el humo que desprendía mi taza y ahí se zambulló.

Le vi la cara en el borde de mi taza. Movía los labios pero ya no se escuchaba el cri cri. Le agregué un poco de leche fría al té y revolví con una cuchara. Las caras seguían allí. Dejé la taza de té sobre la mesa y me fui para mi casa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

te pregunto que fumas???yo quiero tener esos pires tambien!!!!!!