El concierto terminó hace unas horas. Fue un deleite. En especial cuando tocaron música compuesta por Rava -algo con P que no me acuerdo- y la música de Tom Jobim.
El placer que siente Bollani cuando toca el piano se te pega no sólo de escucharlo sino de ver como se le llena el cuerpo de música: sacude los pies contra el piso, los hombros se le levantan, los codos se van contra las teclas y sonríe y hace gestos con la cara. La trompeta fue más discreta. En la tercera música sonó tan triste que me apretó algo adentro que me llenó de agua los ojos y me tuve que poner a pensar en no dejar que cayera. Después cambió de nuevo, y junto al sonido del piano me empezaron a estrujar el estómago como cuando te estás enamorando. Le hice sonar todo el amor que puede con las manos.
Alguien dejó sonar el celular en la mitad del concierto. Rava dejó de tocar la trompeta, se acercó al micrófono y dijo: "¿Hola? No puedo atender, estoy dando un concierto".
Mientras disfrutaba el espectáculo me acordé de un amigo. Hace años fuimos a ver juntos a Paco de Lucía cuando tocó en el cine Plaza de Montevideo. Mi amigo estaba sentado a mi izquierda. La música de Paco de Lucía me hacía mover los pies y sacudir las palmas sobre las piernas como haciendo percusión. De golpe dejé mi música y miré a mi amigo. Él acompañaba a Paco con los dedos tocando un piano imaginario que sostenía sobre sus piernas.
Sitio de Enrico Rava
Sitio de Stefano Bollani
Sobre Enrico Rava y Stefano Bollani en el sitio Web del Teatro Solís
miércoles, mayo 10, 2006
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1 comentario:
Qué lindas las fotos de Marta Vidanés
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