Las palabras estaban alimentando esa etapa posmortem del amor terminado. Finito, the end, we are done, adieu. Y como las letras son muchas, y las lenguas también, nos pasamos más tiempo diciéndonos adiós que amándonos.
Al borde de la locura una tarde me dio por escribir una especie de declaración del fin que apelaba a lo racional para sustentar la decisión de la despedida. Le dije cómo creía y quería el amor de un hombre, su amor, y que como eso no sucedía la despedida era lo más conveniente.
( já sei namorar já sei beijar de língua agora só me resta sonhar...não tenho juiz, se você quer a vida em jogo, eu quero é ser feliz...)
Me mandó una foto con una frase como respuesta. En la foto había una ardilla y dos latas de cerveza de diferente marca. Una era Heineken y la otra era una cerveza alemana que yo no conocía. La ardillita que no era mucho más alta que las latas, estaba prendida tomando cerveza de una de ellas. Tomaba Heineken.
Debajo de esta foto una frase en inglés decía: "The squirrel has the right idea but chooses wrong".
viernes, febrero 17, 2006
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario