martes, enero 10, 2006
Un sonido fresco
Las ruedas de los autos rozan el agua que quedó pegada al asfalto con un sonido fresco agradable gracias a la lluvia que vino a sacar el calor de ayer. Fue un calor de los que traen la quietud del plátano y enlentecen los movimientos de todos hasta detener el reloj. Hoy Montevideo mojada se parece más a sí misma, a esa cuidad gris que guarda días de sol con viento y que los regala cada tanto cuando decide cambiar su decolorido semblante.
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Periquete
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