viernes, junio 12, 2009

Ronroneos




Estoy aprendiendo a caminar con la gata Menta entre mis pies. Me sigue a todos lados, y cuando me tiro en el sillón del living, y me tapo porque hace frío, salta encima mío y después de un rato de no encontrar acomodo va y descansa en su cuchita que está muy cerca de mí. La gata Menta quiere contacto permanente. Pide mimos sin cesar, caricias, caricias. Y la mimo. Debe extrañar la casa porque no quiere estar sola en ningún momento. Se me enreda entre los pies a cada paso, y si le cierro la puerta del baño, la escucho maullar del otro lado. Le saqué esta foto hace un ratito, para que Ire pueda ver que la gata Menta está bien. Y yo también. Aunque estoy un poco abrumada por las demostraciones de amor gatuno ya me voy a acostumbrar.

4 comentarios:

Fernanda Trías dijo...

Al principio no entendía si era la misma gata. Pensé: y Sole le puso el mismo nombre que la gata de Irena? Ja ja. Cuánto tiempo la vas a cuidar?

Beso, F

Sole dijo...

Es la única gata Menta :-)) Se queda una semanita. Los cuidados consisten básicamente en mimos constantes. Después no da trabajo alguno, es una gata muy educada! :-)

VESNA KOSTELIĆ dijo...

Ay! Qué lindo entrar y encontrar a la gata Menta en tu blog. Sos una genia; nunca jamás Menta Peperina estuvo tan triste de volver a casa.

(Ja ja, miren qué risa: la palabra aleatoria de verificación para publicar este comentario es "gatic")

Sole dijo...

Gatic?? je je

Me van a faltar los mimos gatunos. Pero calma, no me regales una gata Ire, please je je

beso