viernes, enero 23, 2009

Las cáscaras de huevo

Hay un lugar, a una palma de la clavícula izquierda, que se me hunde con tus palabras. El mismo lugar que se expandía al infinito con tu cercanía, e incluso con la ilusión de tu cercanía. Ahora es un cráter. Ese espacio está lleno de cáscaras de huevo sobre las cuales camino con cuidado para no cortarme los pies. Me muevo sin rumbo buscando algo de ti en el paisaje. No salís a mi encuentro y sigo avanzando despacio. Me acerco a las paredes y empiezo a escalar. Con las manos y los pies me aferro a una rugosidad que me permite subir hacia el azul. No sé dónde estás, pero el cráter no es un buen lugar. Una fuerza me impulsa a volar. No sé qué hacer. (P me ha dicho que como no sé caminar sobre las cáscaras de huevo, elijo el cielo.)

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