Luna otra vez

El tiempo corre en dos latidos desiguales, uno golpea despacio el tiempo de la espera, de lo que no llega, de lo que falta, de la vida sin, de la no vida, del tiempo que se escurre sin sentido porque el sentido está en otro tiempo futuro. El otro latido no espera, cae sin cesar, sin buscar, pasa, se va tan rápido como los últimos destellos de luz del atadecer, tan rápido que otra vez la luna vuelve a llenar el cielo.