Me preguntaron el nombre, la dirección, mi número de teléfono y hasta la fecha de nacimiento, ¿todo eso tienen que saber para vender un teléfono celular?, me preguntó soprendida mi tía.
Por suerte me acordé de mi nacimiento, dijo entre risas. Después se puso seria y con la voz pausada de quien trata de recordar una lección que aprendió de memoria, repitió: trece de noviembre de mil novecientos doce.
sábado, mayo 31, 2008
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1 comentario:
tu tía es un show! qué tierna :))
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