domingo, febrero 10, 2008

El cuento del interior

Salí de casa para ir a gimnasia, con las llaves, el carnet del club y veinte pesos en el bolsillo del cangurito. Empecé a caminar. No había nadie en la calle, era viernes de carnaval después de un chaparrón. Crucé Sarmiento y en la siguiente cuadra se me acercó un señor -tendría entre 30 y 40 años- transpirando, con cara desencajada y los ojos saltones.

Me dijo: me robaron en el ómnibus, me robaron, ¿me puede ayudar con plata para el ómnibus? Soy de Cerro Largo... no conozco a nadie en Montevideo, agregó. Sin pensar saqué los 20 pesos y se los di, pero no sonrió. Volvió a repetir: ¿cómo vuelvo a mi casa? No conozco a nadie en Montevideo.

¿Por qué no va hasta Tres Cruces? Vengo de ahí, contestó. Miré la cara transpirada y le sugerí preguntar en la estación de servicio abierta. No, ahí no me van a dar nada, y me estiró la mano con la palma hacia arriba. Eso es todo lo que tengo, lamento no poder ayudarlo. Sin decir gracias se fue en dirección contraria a donde se ubica el club. Empecé a caminar, y a los tres o cuatro pasos la historia me sonó a cuento.

2 comentarios:

sebas>3 dijo...

Que tal querida amiga, titulaste bien tu post, seguramente fue un cuento, a mi me hicieron uno similar, un tipo casi acorralandome me entro a decir que necesitaba dinero para ir urgente al hospital que habian internado a su esposa, ni bien le di el dinero cambio totalmente el rostro de nerviosismo y desesperación, no me dio ni las gracias y salio caminando lo mas tranquilo. Pero bueno, hasta ese desenlace final uno nunca sospecha nada, ya que llegan al grado de persuadirnos con un acting que indudablemente debe ser rutina para ellos. Lo malo que logran estos cuenteros del tío, es desgastar nuestro espiritu solidario, pero igual creo yo que es preferible perder 20 pesos y no la buena fé. Para terminar decirte que ya tenes un seguidor en el blog, me encantan las historias de situación y vos amiga tenes un buen ojo para las mismas. Espero pronto el nuevo post!! Saludos desde mi ventana ...

Sole dijo...

Gracias Sebas. Tenés razón en eso de que más vale perder 20 pesos y no la buena fe, pero cómo la desgasta este mundo!! :-)) Hasta pronto.