lunes, octubre 05, 2009

Volver a los 17

Cuando Mercedes Sosa cantó en el Estadio Centenario de Montevideo, fui al recital junto a varios amigos con entradas para una tribuna allá en lo alto. Ubicados en nuestras localidades nos asomamos a un muro de varios metros que sirve de pared para un corredor por donde caminaba una multitud. Descubrimos a un amigo entre la gente y le gritamos; él se detuvo y entre saludos y otras voces nos animó a bajar. Es decir, nos animó a saltar el muro desde la tribuna al corredor.

Para descender sobre los noventa grados de cemento levanté un pie y después el otro para dejarme colgar pegada al muro. Me sostuve con las manos, prendida del borde, con el cuerpo extendido pegado sobre el cemento liso, pero el muro era muy alto y mis pies no alcanzaban los hombros de mi amigo que esperaba parado abajo. Entonces alguien desde la tribuna me agarró de las muñecas, se estiró, dobló la cintura hacia delante y se agachó sobre el muro para dejarme descender medio metro más. Mis pies llegaron a los hombros de mi amigo, y de ahí saltar al piso fue una pasada.

Saltamos y corrimos hacia la cancha rodeada por una red de alambres difícil de traspasar si no fuera por un agujero mediano que permitía un pasaje poco convencional al pasto. Cuando me tocó pasar me agaché para entrar en el orificio y se me enganchó la blusa blanca en el alambre. Alguien se acercó a desprender la tela y cuando me soltó empecé a correr por el césped hacia el escenario. Corrí, corrí, y llegué frente a la negra Sosa agitada, con la blusa arruinada y alguna raspadura (¡Los huesos todos en su lugar! ¡Sólo a los 17!).




Mercedes Sosa
(San Miguel de Tucumán, 9 de julio de 1935 – Buenos Aires, 4 de octubre de 2009)

2 comentarios:

blablabla dijo...

me hizo acordar a mi entrada (y de como 10 amigos mas) el año pasado para ver a kusturika en el teatro de verano, desde afuera de las canteras hasta llegar todos a la primera fila bailando desenfrenadamente... (y ahorrandonos como 600 pesos de entrada cada uno... pfff)

VESNA KOSTELIĆ dijo...

Muy linda la crónica. A mí tembién me trae recuerdos de ese tipo, escapes, colgadas, huidas, corazón latiendo para que no te agarren los de seguridad. Lo curioso -y son pocos los que lo han logrado, junto con la Negra- es que todo ese trabajo físico se lo tomen unos adolescentes por estar más cerca de una cantante de... folclore. Y mucho más, eso parece.