De alguna forma, que la vigilia no me explica, fui parte de un robo. Un hombre joven, que aceptaba órdenes de otro, era el hacedor del robo y mi vigilante. En algún momento de la fechoría escondí un paquete del botín en mi bolsillo; seguí en silencio a mi captor hasta que se dio por terminado el trabajo y salimos a reunirnos con el 'big boss'.
En el camino encontramos a otras personas que conozco, gente que trabaja para otro jefe. Me acerqué a conversar de cualquier cosa y les pregunté por su 'jefe'. Allí está me dijeron señalando a una puerta de vidrio que dejaba ver una figura pequeña sentada detrás de una mesa. Caminé hasta la puerta y dejé caer, junto a ésta, el paquete que estaba en mi bolsillo. Con la otra mano abrí la puerta y con una sonrisa le dije: "mirá el paquete, 'el big boss' está detrás de esto. Ayudame."
Cerré la puerta y el vigilante se acercó a mí. Dijo ¿vamos? y nos fuimos a sentar en los escalones de la escalera del edificio. Hablamos con la repentina intimidad que te brinda compartir un delito. Le pregunté por qué estaba metido en esto. Algo iba a responder cuando llegó el 'big boss'. Me asusté un poco, pero me calmé cuando escuché que 'el jefe' lo llamaba y el 'big boss' desaparecía detrás de la puerta de vidrio.
El tiempo pasaba y seguían hablando. El tiempo pasaba y me dieron ganas de hacer pis. Me levanté a buscar un baño y el vigilante me dejó ir. Por ahí , dijo y señaló unas puertas blancas, una al lado de la otra, como en los baños públicos. Abrí una y era un lavatorio. Abrí otra y vi un water. Entonces me desperté, con ganas de hacer pis. En el entresueño del camino entre la cama y el baño de mi casa me di cuenta que conozco el nombre y apellido del 'jefe' y del 'big boss'.
martes, octubre 23, 2007
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario