Son estos días fríos
que traen esas cosas olvidadas.
Una, dos, se encadenan.
Apago la luz y me quedo quieta.
Escucho tu ausencia.
Colores azulados
se mezclan en silencio con olores
a vinos y maderas.
Resulta ser ausencia sin olvido.
Entonces te recuerdo.
Hay manos y abrazos
hay risas y palabras y besos
hay tantos besos suaves
hay labios, pieles tibias y encuentros.
Hay tantos días fríos.
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