viernes, marzo 30, 2007

Formas de caminar

Todo su camino hacia algún lado lo hizo juntando la tierra que pisaba para tirarla sobre la cara de los otros caminantes. De tanto cavar llegó el día que el polvo se le cayó sobre los ojos. Los cerró, los refregó y miró de nuevo alrededor. Sonrió porque no vio a nadie. Miró para atrás, para adelante, y vio todo oscuro. Miró hacia arriba, donde surgía la poca luz que llegaba al pozo, y se refregó de nuevo los ojos para aclararse la vista. Y vio, al borde de su propio pozo, los pies de los caminantes que seguían su camino.

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